Hay un tipo de silencio
que no se a que conlleva.
Es ese nudo en la garganta, esa incognita tal vez,
que no puede expresarse en palabras.
Quiza sea el motor de mis busquedas.
Esto es un espacio y un tiempo para encontrarse con las palabras. Yo escribo las mías u otras que pronunciadas o escritas por otros/as me gustan o tocan de alguna manera. Si te encontrás en ellas podrás llevartelas, y si te generan algo podrás dejar tu palabra en un comentario. Bienvenido/a!
jueves, 28 de febrero de 2008
martes, 26 de febrero de 2008
ANIVERSARIO de Roberto Fernandez Retamar
Me levanto, aún a oscuras, para llevar a
arreglar unas ruedas del auto, que sigue roto.
Y al regreso, cuando ya ha brotado el hermoso y cálido día,
te asomas a la ventana que da al pasillo de afuera,
y me sonríes con tus ojos achinados del amanecer.
Poco después, a punto de marcharme para ir a revisar unos papeles,
te veo cargando cubos con nuestras hijas,
porque hace varios días que no entra agua, y estamos sacando en cubos
la poca que haya en la cisterna del edificio.
Y aunque tengo ya puesta la guayabera de las reuniones,
y en una mano la maleta negra que no debo soltar,
ayudo algo, con la otra mano, mientras llega el jeep colorado, que demora poco,
y al cabo me arrastra de allí: tú me dices adiós con la mano.
Tú me decías adiós con la mano desde este mismo edificio,
pero no desde este mismo apartamento;
entonces, hace más de veinte años,
no podíamos tener uno tan grande como éste de los bajos.
El nuestro era pequeño, y desde aquel balcón que no daba a la calle,
pero que yo vislumbraba allá al fondo,
cuando cruzaba rápido, en las mañanitas frías,
hacia las clases innumerables de introducción al universo,
desde aquel balcón, allá al fondo, día tras día me decías adiós,
metida en tu única bata de casa azul,
que iba perdiendo su color como una melodía.
Pienso estas cosas, parloteando de otras en el jeep rojo
que parece de juguete,
porque hoy hace veintidós años que nos casamos,
y quizá hasta lo hubiéramos olvidado de no haber llegado las niñas (digo, las muchachas)
a la hora del desayuno,con sus lindos papeles pintados,
uno con un 22 enorme y (no sé por qué) dos plumas despeluzadas de pavorreal,
y sobre todo con la luz de sus sonrisas.
¿Y es ésta la mejor manera de celebrar nuestros primeros veintidós años juntos?
Seguramente sí; y no sólo porque quizá esta noche iremos al restorán Moscú,
donde pediremos caviar negro y vodka,
y recordaremos a Moscú y sus amigos,
y también a Leningrado, a Bakú, a Ereván;
sino sobre todo porque los celebraremos con un día como todos los días de esta vida,
de esta vida ya más bien larga,
en la que tantas cosas nos han pasado en común:
El esplendor de la historia y la muerte de nuestras madres,dos hijas y trabajos y libros y países,
el dolor de la separación y la ráfaga de la confianza, del regreso.
Uno está en el otro como el calor en la llama,
y si no hemos podido hacernos mejores,
si no he podido suavizarte no sé qué pena del alma,
si no has podido arrancarme el temblor,
es de veras porque no hemos podido.
Tú no eres la mujer más hermosa del planeta,
esa cuyo rostro dura una o dos semanas en una revista de modas
y luego se usa para envolver un aguacate o un par de zapatos que llevamos al consolidado;
sino que eres como la Danae de Rembrandt que nos deslumbró una tarde inacabable en L`Ermitage, y sigue deslumbrándonos;
una mujer ni bella ni fea, ni joven ni vieja, ni gorda ni flaca,
una mujer como todas las mujeres y como ella sola,
a quien la certidumbre del amor da un dorado inextinguible,
y hace que esa mano que se adelanta parecida a un ave
esté volando todavía, y vuele siempre, en un aire que ahora respiras tú.
Eres eficaz y lúcida como el agua.
Aunque sabes muchas cosas de otros países, de otras lenguas, de otros enigmas,
perteneces a nuestra tierra tan naturalmente como los arrecifes y las nubes.
Y siendo altiva como una princesa de verdad (es decir, de los cuentos),
nunca lo parecías más que cuando,
en los años de las grandes escaseces,
hacías cola ante el restorán, de madrugada,
para que las muchachas (entonces, las niñas) comieran mejor,
y, serenamente, le disputabas el lugar al hampón y a la deslenguada.
Un día como todos los días de esta vida. No pido nada mejor. No quiero nada mejor.
Hasta que llegue el día de la muerte.
arreglar unas ruedas del auto, que sigue roto.
Y al regreso, cuando ya ha brotado el hermoso y cálido día,
te asomas a la ventana que da al pasillo de afuera,
y me sonríes con tus ojos achinados del amanecer.
Poco después, a punto de marcharme para ir a revisar unos papeles,
te veo cargando cubos con nuestras hijas,
porque hace varios días que no entra agua, y estamos sacando en cubos
la poca que haya en la cisterna del edificio.
Y aunque tengo ya puesta la guayabera de las reuniones,
y en una mano la maleta negra que no debo soltar,
ayudo algo, con la otra mano, mientras llega el jeep colorado, que demora poco,
y al cabo me arrastra de allí: tú me dices adiós con la mano.
Tú me decías adiós con la mano desde este mismo edificio,
pero no desde este mismo apartamento;
entonces, hace más de veinte años,
no podíamos tener uno tan grande como éste de los bajos.
El nuestro era pequeño, y desde aquel balcón que no daba a la calle,
pero que yo vislumbraba allá al fondo,
cuando cruzaba rápido, en las mañanitas frías,
hacia las clases innumerables de introducción al universo,
desde aquel balcón, allá al fondo, día tras día me decías adiós,
metida en tu única bata de casa azul,
que iba perdiendo su color como una melodía.
Pienso estas cosas, parloteando de otras en el jeep rojo
que parece de juguete,
porque hoy hace veintidós años que nos casamos,
y quizá hasta lo hubiéramos olvidado de no haber llegado las niñas (digo, las muchachas)
a la hora del desayuno,con sus lindos papeles pintados,
uno con un 22 enorme y (no sé por qué) dos plumas despeluzadas de pavorreal,
y sobre todo con la luz de sus sonrisas.
¿Y es ésta la mejor manera de celebrar nuestros primeros veintidós años juntos?
Seguramente sí; y no sólo porque quizá esta noche iremos al restorán Moscú,
donde pediremos caviar negro y vodka,
y recordaremos a Moscú y sus amigos,
y también a Leningrado, a Bakú, a Ereván;
sino sobre todo porque los celebraremos con un día como todos los días de esta vida,
de esta vida ya más bien larga,
en la que tantas cosas nos han pasado en común:
El esplendor de la historia y la muerte de nuestras madres,dos hijas y trabajos y libros y países,
el dolor de la separación y la ráfaga de la confianza, del regreso.
Uno está en el otro como el calor en la llama,
y si no hemos podido hacernos mejores,
si no he podido suavizarte no sé qué pena del alma,
si no has podido arrancarme el temblor,
es de veras porque no hemos podido.
Tú no eres la mujer más hermosa del planeta,
esa cuyo rostro dura una o dos semanas en una revista de modas
y luego se usa para envolver un aguacate o un par de zapatos que llevamos al consolidado;
sino que eres como la Danae de Rembrandt que nos deslumbró una tarde inacabable en L`Ermitage, y sigue deslumbrándonos;
una mujer ni bella ni fea, ni joven ni vieja, ni gorda ni flaca,
una mujer como todas las mujeres y como ella sola,
a quien la certidumbre del amor da un dorado inextinguible,
y hace que esa mano que se adelanta parecida a un ave
esté volando todavía, y vuele siempre, en un aire que ahora respiras tú.
Eres eficaz y lúcida como el agua.
Aunque sabes muchas cosas de otros países, de otras lenguas, de otros enigmas,
perteneces a nuestra tierra tan naturalmente como los arrecifes y las nubes.
Y siendo altiva como una princesa de verdad (es decir, de los cuentos),
nunca lo parecías más que cuando,
en los años de las grandes escaseces,
hacías cola ante el restorán, de madrugada,
para que las muchachas (entonces, las niñas) comieran mejor,
y, serenamente, le disputabas el lugar al hampón y a la deslenguada.
Un día como todos los días de esta vida. No pido nada mejor. No quiero nada mejor.
Hasta que llegue el día de la muerte.
viernes, 22 de febrero de 2008
Ya es hora.
Hace mucho tiempo que las ventanas estan cerradas.
Conozco exhaustivamente cada rincon de la casa.
Atesore en mi corazon muchos momentos de intimidad aqui.
Nunca quise que entrara alguien extraño y se quedara si yo o alguien de la familia no estaba.
No es que tenga secretos, pero no me gusta que conozcan, por ejemplo, los cajones de mi comoda.
Seguramente, si alguien viene, revisaria todo.
Hay ciertos detalles que me gusta preservar de la mirada ajena.
Soy muy selectiva con las personas que entran. Si son muy chusmas no entran. Sin no son sinceras no entran.
Si no me gusta como me miran no entran. Si presumo que vienen de compromiso no entran.
Soy bastante dificil de acceder no?
Todo por preservarme.
Pero ahora siento que tengo ganas de abrir las ventanas de mi casa.
Ya no tengo miedo de perder algo porque alguien vea.
Quiero sentir el aire fresco que recorre los pasillos, las habitaciones, el gran living, la cocina.
Que la musica de afuera y de adentro bailen conmigo.
Conozco exhaustivamente cada rincon de la casa.
Atesore en mi corazon muchos momentos de intimidad aqui.
Nunca quise que entrara alguien extraño y se quedara si yo o alguien de la familia no estaba.
No es que tenga secretos, pero no me gusta que conozcan, por ejemplo, los cajones de mi comoda.
Seguramente, si alguien viene, revisaria todo.
Hay ciertos detalles que me gusta preservar de la mirada ajena.
Soy muy selectiva con las personas que entran. Si son muy chusmas no entran. Sin no son sinceras no entran.
Si no me gusta como me miran no entran. Si presumo que vienen de compromiso no entran.
Soy bastante dificil de acceder no?
Todo por preservarme.
Pero ahora siento que tengo ganas de abrir las ventanas de mi casa.
Ya no tengo miedo de perder algo porque alguien vea.
Quiero sentir el aire fresco que recorre los pasillos, las habitaciones, el gran living, la cocina.
Que la musica de afuera y de adentro bailen conmigo.
jueves, 21 de febrero de 2008
Jugando con esperanza.
Esperanza.espera.panza.pera.zarpa.prensa. zar. raz. peS. peSera. azna. aspera. pereza.paz. rana. Zanar. pares. sepa. sepan. raNpa. Erpes. raza. zarpe. zarpes. ser.
sera. azar. pena. penar. pensar. pensa. apnea. era. pense. serena.eran. pasa. pase. raspa. raspe. raspan. prana. apear. aras. reza. pesa. zen. ana.
El zar espera que ana que tiene la panza con forma de pera ,
a pesar de lo que diga la prensa,
y de la aspera pena que raspa,
pueda a traves del prana estar serena,
y alcanzar la paz que Zana
del azar que pesa.
sera. azar. pena. penar. pensar. pensa. apnea. era. pense. serena.eran. pasa. pase. raspa. raspe. raspan. prana. apear. aras. reza. pesa. zen. ana.
El zar espera que ana que tiene la panza con forma de pera ,
a pesar de lo que diga la prensa,
y de la aspera pena que raspa,
pueda a traves del prana estar serena,
y alcanzar la paz que Zana
del azar que pesa.
miércoles, 20 de febrero de 2008
Una dedicatoria que me encanta.
"De usted es este libro, Maria Kodama. ¿Sera preciso que le diga que esta inscripcion comprende los crepusculos, los ciervos de Nara, la noche que esta sola y las populosas mañanas, las islas compartidas, los mares, los desiertos y los jardines, lo que pierde el olvido y lo que la memoria transforma, la alta voz del muecin, la muerte de Hawkwood, los libros y las laminas?"
Jorge Luis Borges, Inscripcion a "Los Conjurados", Emece Ed., 2005.
Jorge Luis Borges, Inscripcion a "Los Conjurados", Emece Ed., 2005.
lunes, 18 de febrero de 2008
"Guille cumple 2"
Crecer.
Aprehender el mundo.
Expresar. Ser. "Expresar-se".
Encontrar el propio espacio en el mundo...
Guille cumple dos años hoy.
Lo veo crecer, despegarse,
es algo magico...
el mundo se abre delante de el.
Aprehender el mundo.
Expresar. Ser. "Expresar-se".
Encontrar el propio espacio en el mundo...
Guille cumple dos años hoy.
Lo veo crecer, despegarse,
es algo magico...
el mundo se abre delante de el.
jueves, 14 de febrero de 2008
Sobre uno de mis libros favoritos...
Se trata de MOMO de Michael Ende (Ed. Alfaguara). Es un libro precioso, que me hizo soñar.
Momo es una nena que vive en un anfiteatro, posee muy pocas cosas y un gran don: sabe escuchar. Los que se acercan a ella descubren que en su compañia, frente a sus ojos grandes y atentos, se les ocurren las mejores ideas, se dan cuenta de cuales son sus conflictos, encuentran soluciones, en fin se encuentran consigo mismos en paz.
Cualquier cosa que diga es pobre y no se compara con el placer de su lectura.
Lo recomiendo de corazon.
Despues me cuentan...
Momo es una nena que vive en un anfiteatro, posee muy pocas cosas y un gran don: sabe escuchar. Los que se acercan a ella descubren que en su compañia, frente a sus ojos grandes y atentos, se les ocurren las mejores ideas, se dan cuenta de cuales son sus conflictos, encuentran soluciones, en fin se encuentran consigo mismos en paz.
Cualquier cosa que diga es pobre y no se compara con el placer de su lectura.
Lo recomiendo de corazon.
Despues me cuentan...
miércoles, 13 de febrero de 2008
Mundos sutiles
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.
Me gusta verlos pintarse de sol y grana,
volar bajo el cielo azul,
temblar súbitamente y quebrarse...
Antonio Machado (y yo...)
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.
Me gusta verlos pintarse de sol y grana,
volar bajo el cielo azul,
temblar súbitamente y quebrarse...
Antonio Machado (y yo...)
martes, 12 de febrero de 2008
jueves, 7 de febrero de 2008
"Imagenes de una misma sensacion"
mundo ruidoso y mudo...
soledad poblada de aullidos...
silencio ensordecedor...
soledad poblada de aullidos...
silencio ensordecedor...
miércoles, 6 de febrero de 2008
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