El gusto por lo extraordinario
provoca dependencia y desencanto,
mientras que la capacidad de darse cuenta
de lo que es normal,
sin darlo por supuesto,
provoca el encanto...
Por eso aceptamos la vida
como lugar normal en el cual
Dios
se revela
y se dona.
Angela Merici
Madre General
Pequeñas Hermanas de la Sagrada Familia
2 comentarios:
Qué lindo, Clau, que hayas retomado esta sana costunbre del Blog.
Un placer leerte.
Beso!!
estas y estoy de vuelta,que linda manera de encontrarte!
besossss
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