viernes, 21 de agosto de 2009

Me miraste a los ojos.

Me miraste a los ojos,
cuando sentía que nadie me veía.

Dijiste mi nombre,
me conocías.

Tantos detalles tuviste conmigo
desde aquella vez.

Hoy quiero agradecerte,
por haber cambiado mi vida,
y por haberme llenado de alegría.

Porque siempre estás ahí
para abrazarme,
para hacerme sentir tu protección.

Hoy tuve miedo,
temblé como una hoja,
como lo hacía antes de que me encontraras,
presa de mis angustias.

Y tus brazos estaban ahi,
y tus palabras,
firmes
ahí.

1 comentario:

norma arbilla dijo...

Qué bella forma de expresar el Amor!!
Qué maravilloso sentirte así...
El destinatario... felíz!